Luis Suárez se despidió de Gremio de Brasil, el 3 de diciembre, tras el triunfo (1-0) ante Vasco da Gama, revelando el calvario que atraviesa a nivel físico.
Tras un emotivo adiós ante los hinchas del cuadro de Porto Alegre, el charrúa dio detalles sobre su futuro y sobre la artrosis de rodilla que padece actualmente.
«El que habla es mi cuerpo y el dolor que siento en el día a día es mucho. Me he ganado el derecho a decidir, a decir basta y a disfrutar del lugar en el que me toque jugar”, comentó el artillero.
Luego de dicha despedida, Suárez amplió en una entrevista con Radio 890 Sport de Uruguay, sobre el malestar físico con el que tiene que lidiar todos los días.
«Los días antes de cada partido me tomo tres pastillas y horas antes me inyectan. Si no, no puedo jugar», expresó el uruguayo, que amplió diciendo que «tengo que pensar que en cinco años igual no puedo jugar al fútbol con mis amigos. La verdad es que los primeros pasos de la mañana son muy dolorosos. El que me ve piensa que es imposible que juegue un partido. Mi hijo me pide jugar con él y no puedo«.
Pese a la impactante revelación, Suárez podría ser uno de los próximos fichajes del Inter Miami, de la MLS, por lo que volverá a ser compañero de Lionel Messi, Sergi Busquets y Jordi Alba, con quienes compartió en el Barcelona de España.